sábado, 10 de febrero de 2018

Los monumentos en Cojutepeque y la literatura de Raúl Contreras y León Sigüenza. Por Sergio A. Flores.





Los escritores Raúl Contreras y León Sigüenza, fueron Cojutepecanos y además contemporáneos, pues el primero nació el 24 de junio de 1896 y el segundo, el 31 de octubre de 1895. Raúl Contreras en 1925, fue segundo secretario de la legación de El Salvador en  España y Paris, y Ministro Plenipotenciario en París y Madrid. En 1943, fue nombrado ministro plenipotenciario ante el Rey Jorge IV, de Inglaterra. León Sigüenza, en 1886 se doctoró en abogacía y escribanía pública en la Universidad de El Salvador, fue Alcalde municipal de Cojutepeque, en 1917. Posteriormente fue quinto magistrado propietario de la Corte Suprema de Justicia y, fue secretario del consulado salvadoreño en New York (1919-1923). En diciembre de 1924 fue postulado para el cargo de cónsul general de El Salvador en Tokio (Japón). Pero no es debido a sus dotes diplomáticos o de estadistas por lo que son recordados. Pues si solo pudiéramos ponderarlos por sus funciones en la administración pública, sus existencias fueran anónimas, tal como pasa con la mayoría de servidores públicos. La fama que les precede es debido a su amor a la literatura, no solamente por haber dedicado tiempo sustancioso a la lectura, sino a su legado intelectual manifiesto en sus originales creaciones literarias, las cuales son consideradas joyas de la literatura nacional. Para muestra un botón, de la poesía de Raúl Contreras.
Atardecer

Mujer, dame la red de tu cariño.
Dame aquellas angustias perfumadas
Como rosas del cielo deshojadas
Sobre la seda azul de tu corpiño.

Refúgiame otra vez en el armiño
De tus manos piadosas y calladas,
Cuando vi reflejarse en tus miradas
La candorosa timidez de un niño.

Dame las horas que viví de prisa
Asomado al balcón de tu sonrisa.
Más alejadas cuanto más las sueño.

Estoy tan solo. Y el invierno es crudo…
Y errante va mi corazón desnudo
Igual que un perro que perdió su dueño.

Raúl Contreras, expresaba hábilmente los sentimientos en sus versos. El poeta y escritor salvadoreño David Escobar Galindo lo describe de la siguiente manera: “…Poeta de fibra romántica que deviene en post-modernista. Cultor excelente del soneto, forma clásica en la que está vertida casi toda su producción poética…”. Sus obras poéticas son: Poesías Escogidas, Presencia de Humo etcétera. También escribió obras de teatro; entre estas se encuentran: La Princesa esta triste, Galiostro, El antojo de Doña Mencía entre otros. En Cuanto a León Sigüenza, se le considera único en el género de la fábula satírica, en la que ponía de manifiesto la decadencia de la política de su tiempo y que se ajusta perfectamente al nuestro. Sus fabulas se encuentran en su libro Fábulas escrito en 1942, sus narraciones develan las virtudes y los vicios humanos, con buen dominio del eufemismo y vitalidad en cada una de sus fabulas. He aquí una de ellas:
El tigre y el canario 

Sepa usted, señor mío, 
que me vanaglorío 
de que a su mismo lado 
me tengan enjaulado 
—le dijo un Tigre al pávido Canario 
que también se encontraba prisionero 
soportando ese mísero calvario 
ni más ni menos como el Tigre fiero. 

—Yo también, señor Tigre, 
y mientras no peligre, 
celebro que a su lado 
me hayan colocado— 
le contestó el Canario un poco serio. 
Y luego le pregunta—: Diga, amigo, 
¿por qué es que nuestro pérfido enemigo 
lo tiene en tan penoso cautiverio? 

—Porque soy sanguinario; 
(le contestó al Canario 
el terrible felino). 
Y sobre usted, vecino, 
¿cuál es la seria acusación que pesa 
que lo tiene sumido en tal quebranto? 

Y contestó el canario con tristeza: 
—A mí me tiene preso porque canto. 

La vida, más o menos, 
a todos nos da palos; 
a los unos por malos 
y a otros por buenos. 
En Cojutepeque, existen dos instituciones educativas que, llevan los nombres de estos ilustres cojutepecanos. Sin embargo cuando estas realizan eventos públicos, como es el caso del desfile del 15 de septiembre, nunca han portado una imagen de sus retratos, es mas no hacen ningún esfuerzo en ponderar, el grandioso aporte a la nación que hicieron en su tiempo. En lugar de eso hacen un sobrado realce a la mascota, en el caso de una de ellas, sus autoridades hacen un colorido y engalanado desfile, con una banda Instrumental; en el que sobresale la figura de un león como mascota, sin que este tenga alguna relación lógica, con el grandioso fabulista y su aporte a la nación.
Localmente, no se ha entendido la importancia que tienen, como inspiración a las nuevas generaciones y por ningún lado se ven conservadas sus memorias históricas. Esto podría ser, debido al desconocimiento o simplemente por no entender el valor que, tiene para el desarrollo de los pueblos, los esfuerzos de pensadores como es el caso de estos dos cojutepecanos. Lastimosamente en Cojute, solamente existe el monumento a la Madre.
Cojutepeque es un pueblo con una desbordada riqueza intelectual que, dormita en el anonimato. Por lo que, es una obligación moral para los cojutepecanos, que rescatemos su herencia cultural y artística.   

2 comentarios:

  1. De quién dependera; de los gobernantes? De las escuelas por falta de enfoque en los personajes locales? Ó por nuestra pobre cultura de siempre mirar hacia afuera?

    Que será?

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