Sobre “Desde el centro de
la penumbra” de Sergio Flores Acevedo
por Aurora Gámez Enríquez
Escritora española
presidenta Grupo ALAS
“Vivimos en estado de alerta, sintiéndonos parte de todo lo que acontece,
aunque sea como minúsculos actores en la trama de la historia y aun en la trama de la vida. No es
el destino, sino simplemente comunidad -la convivencia- lo que sabemos nos envuelve:
sabemos que convivimos con las personas
que aquí viven y aun con las que vivieron. El
planeta entero es nuestra casa.”
María Zambrano 1
Con estas sugerentes palabras de la filósofa española María Zambrano abordo “Desde el centro de la penumbra” de Sergio Flores Acevedo. A pesar de ser
una novela de género policíaca siento que
tiene más realidad que ficción. Es por eso que duele tanto y creo que viene
a colación apelar a la convivencia y los valores
humanos. El autor nos adentra en un mundo cruel ya
desde el principio: “Esa muerta, no es mujer”,
título que te prepara para adentrarte
en la realidad más cruel
de la gran ciudad de El Salvador.
Sergio Flores
Acevedo trata de manera explicita un
problema que no solo se da en su ciudad. Sabemos que aproximadamente cada dos días una persona homosexual es asesinada
en el mundo debido a actos
violentos homófobos. La fobia contra hombres y mujeres homosexuales, personas
con diversidad sexual, bisexuales o
transexuales sigue produciendo muertes, asesinatos casi a diario.
La homosexualidad es una cuestión
social no solo personal e individual. Los datos sobre la violencia que sufren
las personas homosexuales
son espeluznantes. Amnistía
Internacional denuncia que más de setenta países persiguen aún a los homosexuales y ocho los condenan
a muerte. Innumerables estudios y
datos sobre la discriminación cultural,
institucional y más
directamente personal en su día a día que estas personas sufren desde la infancia.
No hay más que leer periódicos y noticias para hacerse una idea de lo necesario
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que es ponerse en el camino de la solidaridad, educación, justicia
social y como no creación artística por un mundo
igualitario y humano.
Otro tema
central que trata el autor, en esta novela, es el abandono de los
menores en las calles
sin control ni atenciones de nadie. El estado no da soluciones
sociales ni políticas y se queda todo a merced de la caridad de las personas
y de la suerte. Con verdadero dolor de corazón podemos leer:
“El flacucho niño dormía profundamente,
la madrugada había sido para su sueño
una tormentosa experiencia de pesadillas que lo hicieron sobresaltarse en varias ocasiones en su precario
dormitorio, tenía tres días de padecer la temible fiebre chikungunya, y el
dolor en el cuerpo
era terrible, el día anterior lo había pasado tirado
en un pedazo de cartón, tomando sólo el agua, que su amiguito “Tintín”, le llevaba en un vaso desechable color rojo y que tenía una leyenda que decía “Pizza Hat”.”
Se deja ver que de nada sirven las Cumbres Mundiales a favor de la infancia,
aunque digan que no hay causa que
merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del
niño
y de la niña, de quienes dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana.2, es lacerante la ausencia de los derechos humanos:
“Todos los derechos de los niños y niñas están recogidos
en un tratado internacional que
obliga a los gobiernos
a cumplirlos: la Convención sobre los Derechos del Niño/Niña (CDN).3”
Seguimos
avanzando en la historia, esas
criaturas deambulando por las
calles expuestas a la violencia
y los abusos. Personas
en los primeros años
de su vida pasando hambre y sed. Nos preguntamos: ¿dónde
quedan los protocolos de actuación que vengan a remediar todo este desatino? El
protocolo relativo a la
venta de niños y niñas, la prostitución infantil, la participación de
los niños y niñas
en conflictos armados. Dónde quedan los procedimientos para presentar
denuncias ante el Comité de
los
Derechos del Niño/Niña. Todo ello queda en
evidencia en este relato más real que ficción. El género literario elegido para exclamar
tanto dolor y sin razón de vivir es probablemente el más adecuado para llegar a la sociedad
2 Plan de acción
de la Cumbre Mundial
a favor de la Infancia. UNICEF.
3 La Convención sobre los Derechos del Niño/Niña (CDN). Los 54 artículos que componen la Convención recogen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de todos los niños y las niñas. Su aplicación es obligación de los gobiernos, pero también define las obligaciones y responsabilidades de otros
agentes como los padres,
profesores, profesionales de la
salud, investigadores y
los propios niños y
niñas.
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moderna. Remueve
conciencias o así debiera ser.
Cuando se
está inmerso en tanta
violencia estructural se normaliza la situación, se puede llegar a ver normal
los
malos tratos y vejaciones de todo tipo. A mi forma
de ver las cosas y como escritora, hacer visible la
situación es parte de la labor de escritores y pensadores. Escribir con un compromiso solidario es precisamente esto que hace Sergio Flores Acevedo en este y otros títulos
que tiene publicado. Él nos presenta los hechos,
quiere memoria, no mirar hacia otro lado, desea remover
conciencias. El relato debería sacudir el adormecimiento de
un sistema social aparentemente
inconmovible, incapaz de superar la
inexistencia de valores educativos
y de convivencia.
Al nombrar la realidad, ésta
cobra un carácter performativo por el que se materializa la ausencia de utopía.
En
definitiva, nos presenta una sociedad sin derechos humanos básicos. Su sociedad, pero también la nuestra, la de la
historia de la humanidad. Tuve presente
durante la lectura del libro “Los miserables” 4 , obra de arte de la literatura
universal, novela del político, poeta y escritor francés Victor
Hugo publicada en 1862. A
pesar de tratarse
de otro siglo y otras historias personales, están presentes
los planteamientos y razonamientos
sobre el bien y el mal, sobre la
ley, la política, la
ética, la justicia y la religión. Esta historia trascurre
en la actualidad, en una ciudad concreta
donde los personajes de “Desde el centro de
la penumbra” viven
situaciones límites. Donde la
verdadera maldad está en el abuso de poder y la violencia extrema de los poderosos tanto por motivos
económicos como políticos. El personaje malvado se concreta
con el perfil de un asesino
en serie:
“Carlos Noyola, tenía
treinta y cinco años y desde tres años atrás, decidió venirse a residir a su país natal El Salvador,
pues
la vida en el país del Norte, se volvió aburrida y
carente de interés para sus aventuras.” 5
EL
dolor y el sufrimiento en la infancia del individuo no justificarían por si solos la maldad de este protagonista principal. Se puede haber sido niño maltratado
a la vez que
mimado
hasta
el
límite
sin
llegar
a
ser
el
asesino en serie
4 Los Miserables de Victor Hugo, título original en francés: Les miserables publicada en 1862. Considerada
como una de las obras más importantes del siglo XIX. La novela, de estilo romántico, plantea a través de su
argumento un razonamiento sobre el bien y el mal, sobre la ley,
la política, la ética,
la justicia y la religión.
5 Desde el centro de la
penumbra” de Sergio Flores
Acevedo. pág. 52 Ed.
El escarabajo. El Salvador, 2017
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tremendamente violento en que se convierte Carlos Noyola en esta novela. La relación con la madre es de
una violencia verbal
casi demoníaca:
“Sos una mierda Maritza, a vos te valgo
verga. Mejor decime si me vas a enviar el
pisto...- le escribía con furia a su madre, a quien nunca le dijo “Mamá”-“.
Es digno de continuo estudio el por qué se desarrolla esta personalidad violenta
y asesina tal como se describe
en el personaje.
“Manejó, lento buscando un lugar apropiado, dónde estacionarse sin ser molestado
por la policía, o tener la mala experiencia de la delincuencia
urbana. La joven prostituta, conocedora de la zona, lo condujo hasta una calle supuestamente segura en donde se estacionó, sin interés de entablar una conversación con ella, le dijo que le hiciera sexo oral, la prostituta comenzó a chupetearle el
pene y mientras hacía esto, Carlos en su interior,
comenzó a sentir un odio descomunal
por la mujer el odio, se convirtió en una furia descontrolada
que lo hacía hiperventilar; la mujer creía que la excitación se debía al
estímulo que estaba ejerciendo y en el momento que menos se lo esperaba la mujer, sintió
un fuerte golpe en la espalda,
el cual casi la hace desfallecer
al tratar de levantarse, el energúmeno
la agarro del pelo y la hizo rebotar en el vidrio de la ventana del pasajero, luego le pegó un fuerte golpe con el puño en la
cara
que la hizo perder el conocimiento,
el embrutecido hombre abrió la puerta del pasajero y la lanzó con violencia
hacia afuera” 6
El hecho de que esté sucediendo en el mundo situaciones como las descritas
en “Desde el centro de la
penumbra” con la misma crudeza
que la describe Sergio
Flores Acevedo es de un valor añadido al libro.
Hace reflexionar a la vez que es inquietante el
que el asesino en serie pueda librarse de la justicia, cambiar de nombre
y personalidad jurídica para vivir en otro lugar causando daños irreparables a la sociedad. Da la sensación de
que Sergio Flores Acevedo nos
quiere avisar de que el mal existe, está camuflado entre las gentes en cualquier lugar del mundo. Nos deja huérfanos
y desamparados al no indicar lo que sería un consuelo: ¡cómo
cuidarse de este mal bicho! Y es que
no hay manera. Hay que
asumir que el demonio está suelto.
No hay salvación. O quizás si. Quizás la mayoría silenciosa mayoritariamente buena pueda extinguir un sistema político y social corrupto que
genera violencia e inestabilidad. A la otra cara del espejo la utopía de un mundo
6 Desde el centro de la
penumbra” de Sergio Flores
Acevedo. página 56 Ed.
El escarabajo.
El Salvador, 2017
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limpio con valores de igualdad y solidaridad. Pero esto es seguro tema de otro libro.
7
““Very Good”, el sobrenombre por su uso se había desfigurado
en la boca de los
habitantes anónimos del centro de San Salvador,
en donde simplemente era
conocido como “Verijus”. Las Leyendas urbanas contaban historias extraordinarias
sobre él, que iban
desde curar un niño grave del “mal de ojo” sólo con verlo tiernamente, hasta calmar a un loco
que había perdido los estribos” 8
Ejerce una influencia
protectora casi mística en los
niños de la calle.
“David “El Gárgola”, se acercó junto a “Tintín”, al hombre a quien conocían y en más de una ocasión
habían saludado y platicado con él; en ese momento “Very Good” estaba sentado en posición de loto,
abajo del monumento dedicado al unionista centroamericano Francisco Morazán. Observando el trajín, sin inmutarse.
- Hola Verijus -Le dijo David “El Gárgola”
- Hola David, y
tú ¿Qué tal “Tintín”?
- Yo estoy bien - dijo “Tintín” con una sonrisa juguetona
en sus labios.”9
Crea ternura con el personaje
del niño David:
“- ¿Buscas un arreglo para tu mamá? – dijo una niña de doce años, de piel morena, rostro dulce y ojos color
ámbar-
- Sí…- Dijo, mientras volteaba para ver a la linda niña que le había hablado.
7 Por ejemplo “Un Mundo
feliz”
de
Huxley. (en inglés
Brave New World) es la novela más
famosa del escritor británico Aldous Huxley, publicada
por primera vez en
1932. El título tiene origen en una obra del
autor William Shakespeare, La tempestad, en el acto V, cuando Miranda pronuncia su discurso: ¡Oh qué maravilla! ¡Cuántas criaturas
bellas hay aquí! ¡Cuán bella es la
humanidad! Oh mundo feliz,
en el que vive gente así.
8 "Desde el centro
de la penumbra” de Sergio Flores Acevedo. página 61 Ed.
El escarabajo.
El Salvador, 2017"
9 "Desde el centro
de la penumbra” de Sergio Flores Acevedo. página 62 Ed.
El escarabajo.
El Salvador, 2017"
Quedó petrificado al verla, sintió que un rayo lo había atravesado
y que
lo dejó atontado, pero luego recuperó
la cordura y trató la manera de ocultar la maravillosa sensación que había sentido al verla.” 10
La ley del silencio
impera en la sociedad marginal y delictiva encubriendo a los asesinos, extorsionistas y perpetuando un modus vivendi violento: “Si tu vida quieres preservar…ver, oír y callar…” La ley de la pandilla, esta revestida de un primitivismo
cruel, en el que los convencionalismos
de un
juicio garante de derechos, es un asunto estúpido y la ley del talión: “ojo por ojo”, es de resultado inmediato y su efecto
colateral, no
sólo
conlleva la desaparición física del condenado, sino la siembra calculada del miedo en
la mente de aquellos que podrían estar fraguando la próxima traición.” 11
El
autor nos da un benévolo respiro hacia el final
de la novela. Un resquicio
de humanidad se alienta en
el transcurso
de la acción con la descripción de
la familia de acogida de los niños de la calle. La bondad aparece precisamente en las
gentes sencillas, en las familias del medio rural en que el equilibrio con la naturaleza
es casi perfecto.
“Durante ese tiempo, en el Cantón Santa Marta, las circunstancias habían cambiado
la vida de los dos niños; el pequeño Oscar Arnulfo, ya no era el diminuto niño triste
y flaco conocido
como “Tintín”, había subido de peso y la buena vida en el campo lo habían
convertido en un juguetón y diestro jinete. La mañana de ese día, estaba montado en una
yegua a la que él le reemplazo el nombre de “Pringa”, por el de “Libertad”” 12 Una licencia poética muy de agradecer.
““Mama Mirta” disfrutaba una buena horchata con pedazos de hielo que tomaba de
un vaso. Óscar Arnulfo quería demostrarle a ella, que había aprovechado
el tiempo mientras practicaba, por lo que cuando
realizó su primera carrera, la certera puntería quedó al descubierto
de todos los admirados presentes” 13
En esta novela también hay ángeles protectores que ayudan a vivir de
manera positiva y mágica a nuestros
pequeños protagonistas:
“- Vi al ángel
que nos protegió
a Yolanda, a Oscar Arnulfo y a mí, cuando estábamos
en el centro de la penumbra.
10 “Desde el centro de la
penumbra” de Sergio Flores
Acevedo. pág. 78
Ed. El
escarabajo. El Salvador,
2017
11 “Desde el centro
de la penumbra” de Sergio
Flores Acevedo. pág. 204 Ed.
El escarabajo. El Salvador, 2017
12 "Desde el centro
de la penumbra” de Sergio
Flores Acevedo. pág. 218 Ed. El escarabajo. El
Salvador, 2017"
13 Desde el centro
de la penumbra” de Sergio
Flores Acevedo. pág. 219 Ed. El escarabajo. El
Salvador, 2017"
_______________________________________________________________
- ¿El centro de la penumbra?
¿Y eso que es?” 14
Se puede decir que Sergio
Flores
Acevedo ha cumplido su misión literaria en “Desde el centro
de la penumbra” visibilizando en todo momento el horror vivido por
niñas y niños muy pequeños abandonados en las calles sin amparo institucional
ni social, tan solo su propia humanidad, su infantil grupo de amor.
En los personajes infantiles
de esta novela aparecen las señales inconfundibles de los valores eternos del ser humano abriéndose camino ante las
ruinas de la vida moderna.
Agradezco
a Sergio Flores Acevedo
esta
historia y me congratulo en recordar que hay quienes estamos comprometidos
con el arte de escribir asumiendo plenamente la Declaración Universal de los Derechos
Humanos donde, en su artículo primero, se estable
que “todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben
comportarse
fraternalmente los unos
con los otros.”
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