Retrato de Araminda, el viaje recurrente a la memoria. Por Sergio Flores.

Con mucha emoción he leído el libro Retrato de Araminda, del escritor uruguayo Eduardo Vecino Cardoso. Eduardo, vive en una elevación y a escasos metros de la playa de Araminda; el visitante que tenga ocasión en llegar a su casa, siempre tendrá a la vista el magnánimo Río de la Plata, como parte del hermoso paisaje. En el Uruguay, Araminda es considerada uno de los lindos balnearios, con playa limpia, extensa y aguas mansas; ideales para el baño y la pesca, durante todo el año. El escritor tuvo ese majestuoso escenario, para el desarrollo de importantes facetas de su vida y para expresarlo utiliza, un exquisito manejo de la narrativa, en la que con un lenguaje ameno y sencillo, nos conduce a un viaje cundido de imágenes de su niñez y su juventud. En cada relato se contemplan cuadros coloridos de seres queridos, momentos memoriales, conjugados con la sinfonía de la brisa marina, cantó de pájaros, la alegría de sus dos hijas y la compañía de inolvidables amigos. Se advierte su elevada sensibilidad hacia los pequeños detalles del entorno y amenas descripciones de lugares, caminos, centros de recreación social etcétera. Unido a todo eso, la buena exposición de anécdotas inolvidables junto a su amada familia. El libro es un abanico multicolor, para disfrutarlo en una sola sentada, para un devorador de libros o bien llevándolo a pausas, para recrear y apreciar la buena narrativa que imprime el autor. Invito a los buenos amigos hacerse de un ejemplar y seguir haciendo grande la buena literatura del Uruguay.