martes, 2 de marzo de 2021

Señores "comandantes", el telón ha caído, su comedia terminó. Por Sergio A. Flores.

 

En el año de 1993, en El Salvador, la guerra había sido superada. Todo se preparaba para crear por fin y de una vez por todas, el referente de lucha electoral. El partido político “fmln”, se fundó amparado en la convicción y el martirio de miles de muertos y desaparecidos. Pues desde el genocidio de enero de 1932, se mantuvo una lucha social sin tregua y durante el siglo XX, generaciones de campesinos, sindicalistas, obreros, estudiantes universitarios etcétera, fueron triturados por la maquinaria de aniquilamiento de los oligarcas y su ejército criminal. Algunos nombres de esos momentos aciagos, ya nadie los recuerda; y para mencionar algunos como: Ismael Hernández, Modesto Ramírez, Miguel Mármol, Víctor Manuel Ángulo, Luis Díaz...

Ismael Hernández a finales de la década de los veinte (siglo XX) fue un sindicalista y ferviente dirigente del Partido Comunista. De este luchador social existe una anécdota muy interesante que vale la pena recordar. Cuenta la historia que durante la administración del presidente Pío Romero Bosque (1927-1931), Hernández fue capturado por el régimen, y durante su cautiverio fue torturado; en su celda donde lo mantenían encadenado y durante el día los esbirros, le lanzaban agua fría. Por dicha detención se encendieron los ánimos y hubieron protestas sociales, por su liberación. Debido a la presión social, Pío Bosque envió a una comisión especial, a pedirles a los salvajes generales, que permitieran llevar al prisionero ante su presencia. Los carceleros lo llevaron ante la presencia del presidente, envuelto en una capa de hule, dice la historia que Ismael Hernández, temblaba por la fiebre y su cuerpo se había hinchado, producto de los continuos baños de agua fría. El Presidente no escondió su asombro, por la condición infrahumana en la que se encontraba el hombre. Entonces le dijo:

 “…Usted es un inconsciente y un bandido. Un hijo sin corazón y un irresponsable. ¿Cómo puede soportar usted que su madre ande de cárcel en cárcel, tratando de salvarlo?, a usted le bastaría renegar de esas ideas rebeldes y estúpidas para volver al seno de la sociedad. Estamos dispuestos a darle esa oportunidad, si usted demuestra consecuente arrepentimiento…” 

 Ismael Hernández, sudaba a chorros y en medio de su dolor, levantó su mirada hacía Pio Bosque y le dijo.

 “…Los inmorales, los crueles, los que producen tanto dolor en las familias del pueblo son ustedes. Yo sirvo a los intereses de los humildes, y por eso no me importa soportar estas pruebas. Yo soy un comunista que trata de ser consciente con su manera de pensar, como lo hacen los comunistas de todas las partes del mundo…” 

Pío Romero Bosque, moderó sus palabras y le ofreció dinero, para que se olvidara de sus ideas revolucionarias. Ismael Hernández se negó a recibir un centavo y sólo pidió que le devolvieran las herramientas de trabajo que le habían decomisado. Ese mismo día fue liberado.

Igual experiencia fue la que tuvo Agustín Farabundo Martí, frente a otro presidente. Cuenta la anécdota que Farabundo Martí fue capturado por el régimen del presidente Arturo Araujo (Gobernó nueve meses en 1931). Los carceleros le llevaron al revoltoso Farabundo Martí, amarrado como a un animal. Cuando lo tenía de frente, Araujo, alzando la voz le dijo:

  “…Te pido que renuncies a tus ideas, yo no tengo nada en tu contra y para que veas mi buena voluntad, te invito a que te unas a la causa del Partido Laborista y para que nos vayamos entendiendo, te ofrezco un buen cargo en el gobierno, el que vos querrás… ¿Qué te parece?..”

 El líder Martí, restregó en la cara del presidente sus ofrecimientos, y sin ninguna muestra de cobardía, le dijo:

"…usted cree que los principios que forman la conciencia de un revolucionario, pueden ser compradas con las mentiras del maldito sistema del que usted, es un simple administrador. Yo estoy suficientemente claro, para entender la distancia entre el compromiso real con los pobres y los pequeños hombrecitos como usted, que se han convertido en títeres de corrompidos intereses…” 

Otro momento interesante, del espíritu de convicción, de estos hombres fue el del comandante Marcial (Salvador Cayetano Carpio). Quien estuvo capturado en las cárceles de la tortura durante el régimen del presidente Oscar Osorio (1950-1956). Después de su experiencia en la cárcel y volverse uno de los organizadores más importantes de la izquierda radical, Marcial escribió un libro titulado “Secuestro y Capucha en un país del mundo libre”. Un fragmento de su libro retoma su sentir mientras se encontraba en las cárceles clandestinas, el cual dice: 

 “…Pero no, no estamos escondidos, ni ignorados. Se equivocan los verdugos y sus jefes si creen que encontrarán un lugar donde tenernos ocultos del pueblo. Se equivocan si creen que sus celdas y sótanos serán capaces de escondernos. ¡No¡, ni, aunque nos llevaran a las entrañas de la tierra. Están trágicamente equivocados si piensan que sus crueldades quedaran ignoradas, olvidadas. No. No hay lugar que esté oculto a los ojos del pueblo.

No. No estamos ocultos olvidados. Los que están irremediablemente perdidos, aislados, copados, son la pequeña camarilla de reaccionarios y sus secuaces, sitiados por el océano del pueblo. No podrán escapar de la justicia popular, ningún crimen podrán ocultar, aunque lo hayan cometido en las sombras de la noche y bajo centenares de candados. No, ninguna celda nos retendrá definitivamente, ningún secuestro valdrá; ineludiblemente nuestro pueblo nos encontrará y nos liberará. Eso nadie lo podrá evitar: ¡Ni los Truman, ni los Osorio! El pueblo, al final de los finales, vence, sobre los que quieren detener su marcha ¡”

El comportamiento de estos hombres frente a esos terribles tiempos, fue sorprendentemente valiente. Querían un cambio real y murieron esperándolo.

Señores “Comandantes”, cuanta vergüenza les darían sus actos a estos hombres. Ustedes se enfermaron con el poder, se enriquecieron cínicamente y La administración de su gobierno, sirvió para mejorarles la vida a sus familiares y sus amigos. Esto sin incluir el clientelismo que instauraron adentro del partido, su codicia marginó a los excombatientes, esos que ofrendaron sus vidas y sus familias, para que ustedes tuvieran un buen vivir, compraran mansiones lujosas con viajes de turismo, pagados por el Estado. Purgaron a los intelectuales y el partido hoy en día es una muestra decadente del electoralismo tradicional de derecha, y sus diputados solo eran la muestra de la profunda mediocridad donde no había liderazgo, estrategia ni voceros inteligentes, solo gritos y fanatismo. Sin embargo, no entendieron el escenario que les rodeaba. Se quedaron esperando un milagro que volviera la situación a los tiempos gloriosos de 1993, cuando fundaron el partido y todo era un horizonte lleno de nuevas expectativas. Pero no es así, Su drama ha terminado. El último acto de su comedia terminó mal, y los tiempos han cambiado. La izquierda debe refundarse y es urgente que sea sin ustedes.

El Salvador necesita una revolución cultural profunda, y para eso las nuevas generaciones deben dar un vistazo hacia atrás, y extirpar de raíz a los que construyeron su negocio sobre el sufrimiento de nuestra gente utilizando el partido, y luego encaminar al desarrollo humano a la querida patria que mucho a sangrado. En el pasado han existido hombres y mujeres que demostraron ser auténticos izquierdistas y que ofrendaron sus vidas por los derechos fundamentales. Alguien me proporcionó el fragmento de unas palabras que supuestamente dijo Francisco Chico Sánchez, líder de los rebeldes indígenas en enero de 1932, en Juayua. Dichas palabras las pudo haber dicho, ante el comité político del Partido Comunista. Pido disculpas si alguien lo tacha de dudoso. El fragmento dice lo siguiente:

“… Camaradas, nojotros los descalzos, tenemos bien clarito que en este país hay que hacer cambios, para que los hambrientos no sólo coman tortilla con sal y frijoles cuando hay…no hay duda que tenemos que quitarles el poder a los ricos para que sean los pobres los que se gobiernen; con eso le aseguro que los niños no se morirán de hambre o de colerín. Cuando me corresponda hacerle de Alcalde de Juayúa, les doy mi palabra a todos los presentes, que no me va a temblar el valor cuando me corresponda devolver las tierras robadas a nuestros tatitas. Hemos soportado humillaciones y robos injustificados de las tierras de donde sacábamos la comida para nuestros hijos y que es la única herencia de amor de nuestros ancestros para asegurar el futuro de nuestra sangre…”


10 comentarios:

  1. Muchos saludos, mi amigo, mi camarada Sergio Flores.

    ResponderEliminar
  2. Sergio eres para mi todo un referente en el cual busco siempre llenar mis dudas conociendo (de paso te dire soy el negro brito) tu obra logro mucho te admiro y respeto un chingo manito!! con tu permiso tomare todo esto y lo hare publico en mi fb sindical en el cual aparezco como Alberto Martinez mi hermano desde este terroncito de tierra que te vio nacer estas a la altura de estos que aqui nos cuentas yo te saludo con mucho aprecio

    ResponderEliminar
  3. Gracias camarada. Vos también sos parte de ese sueño de patria libre y linda que ha sido heredado de tiempo en tiempo. Abrazos y bendiciones

    ResponderEliminar
  4. Muy interesantw. Felicitaciones Sergio

    ResponderEliminar
  5. es bueno su escrito sergio saludos y nos seguimos viendo en las redes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Saludos fraternos Abuela Rana, Staff. Bendiciones amigo, seguiremos pendientes en redes sociales-

      Eliminar
  6. Saludos Sergio, es importante la conformación de una nueva izquierda, pero ya!

    ResponderEliminar

Gracias por sus aportes

El escritor Sergio Alfredo Flores, presentara su nueva novela Encuentren a Carlota.

  Sergio Flores  Escritor.   "En un importante museo de la ciudad de Montevideo se ejecuta el robo de una valiosa pintura. La policía i...