Las pasadas elecciones despedazaron el viejo y rancio edificio del sistema
de partidos políticos. Todos fuimos testigos de las caras profundamente
desorientadas de los dirigentes de los partidos fmln y arena, al siguiente día
de las elecciones, y es muy probable que aún no hayan logrado medir el alcance
de lo perdido. Las cúpulas de ambos partidos llevaron al país a una locura
colectiva. Por un lado, la derecha de la vernácula oligarquía representada en
el partido arena y por el otro la izquierda sin convicciones, acorralada en el
fmln.
Durante todo el recorrido del siglo XX, estas extremas tuvieron
distintos escenarios en los que se han enfrentado con diferentes referentes políticos
y militares. Tuvieron un siglo entero para evolucionar desde los estados más
brutales de violencia generalizada, hasta firmar acuerdos importantes para
lograr un tratado de amistad y tolerancia, eso sin dejar de mencionar que los
acuerdos de paz, se firmaron sobre una montaña de cadáveres.
Después de veinte años de gobierno del partido arena, el pueblo se cansó de su
corrupción y sus abusos de poder, por lo que lentamente la izquierda del fmln,
logró aventajarlos y ganó dos gobiernos consecutivamente. En el primer gobierno
del fmln, hubo actos de corrupción escandalosos y su segundo gobierno, fue una
administración de amigos y familiares de los ex comandantes, en la que
fomentaron el nepotismo y la corrupción de manera descarada.
Otro de los episodios lamentables de los abusos de estas dos extremas
(arena y fmln), fue haberse burlado de la dignidad nacional, negociando
descaradamente con los salvajes criminales de la MS13 y el barrio 18, a los que
les regalaron enormes cantidades de dólares del erario público, para que
siguieran en su criminal industria de asesinatos en contra de un pueblo
agobiado de tanto crimen. Es escandaloso escuchar en audios telefónicos, en los
que, los criminales, estaban planeando ganar alcaldías y dirigir Instituciones
públicas. Los corrompidos
políticos que el pueblo ya conoce, les prometieron importantes
concesiones, para que tuvieran todas las facilidades en sus empresas de
extorsión, desaparecimientos de personas, asesinatos por sicariato, lavado de
dinero etcétera. Una de las promesas importante fue cerrar un penal de máxima
seguridad, para que los energúmenos siguieran con su criminal industria desde las
cárceles de puertas abiertas. Y el cinismo es tan enorme que, aunque se sabe de
nombres y cantidades y que la información ya se encuentra en manos de la
Fiscalía General de la República, el fiscal general, como un disciplinado
soldado, prefiere proteger a los dirigentes de su partido arena y respetar los
convenios oscuros con la cúpula del fmln, antes que cumplir la ley.
Pero ahora todo está perdido. El viejo y asmático sistema político, se
encuentra agónico, su ciclo de vida muy pronto terminará, y es un proceso que
todos lo estamos presenciando; pero ¿Qué pasa con la manera de gobernar del
presidente Nayib Bukele y Nuevas Ideas? ¿A qué tendencia ideológica representa
su discurso y sus acciones?
El nuevo fenómeno político de gran
envergadura Nuevas Ideas, ha declarado una guerra política y legal en contra de
la extrema derecha e izquierda, nunca vista en El Salvador y en América Latina.
El presidente Bukele, cuando se refiere a ambas, las clasifica como lo mismo.
No escatima en lanzar toda una batería de acusaciones por igual a los
dirigentes más emblemáticos de ambos partidos. Pareciera que es un anárquico
sin un rumbo
definido. Pero en el fondo, si se observa con atención su horizonte, tiene una
visión muy bien definida, esa visión podría entenderse de la siguiente
manera: De nadie es desconocido que los verdaderos conductores de la política
salvadoreña es la embajada de los Estados Unidos, y en el caso del presidente
Bukele, se observó el apoyo de la extrema derecha del Partido Republicano que
le dio el espaldarazo desde el inicio de su gobierno, y la administración Trump
mostró sobrada tolerancia con su manera de hacer diplomacia abierta con China.
Por eso no es extraño que reciba desdenes de algunos representantes Demócratas.
Bukele quiere establecer las bases de una nueva manera de dirección en la
administración pública y tiene el apoyo omnipotente de la embajada de Estados
Unidos, pues para ellos es necesario, crear todas las condiciones para una
Nueva Derecha, con rostro más cercano a las necesidades de la gente y sin la
mácula escandalosa de la corrupción, aunque esto no implique desmontar el
dañino neoliberalismo, que implementa medidas en la que la brecha entre los pobres y los ricos se acentúa aún más.
A pesar de eso no se puede negar que el presidente Bukele, es un hábil
negociador, astuto jugador político y diplomático, además de mostrar acciones
claras, para sacar al país del estado lamentable de criminalidad y bajo desarrollo
económico en el que se encuentra. Sus adversarios no han logrado controlar su
hábil manera de jugar su ajedrez, pues siempre se adelanta, para pegar
reiterada y fuertemente en la medula de los movimientos opositores. Por otro lado,
la vieja prensa que estaba acostumbrada con el juego de la política
tradicional, es vapuleada de manera inmisericorde en las conferencias de prensa,
en donde el presidente con su gorra hacia atrás, adopta la posición de un
certero franco tirador que no pierde un disparo.
Esto hace necesaria una pregunta: ¿Entonces Nuevas Ideas se quedó sin
oposición real?, y podría ser respondida con el simplismo, de que las extremas
están acabadas. Sin embargo, dialécticamente es ilógico que no haya oposición,
ya que, si existen ideas divergentes, siempre habrá dos puntos de vista
extremos. Es cierto que la anacrónica manera de hacer política ha terminado,
pero sobre esos escombros inevitablemente se irá construyendo una oposición que
lentamente irá tomando forma y volviéndose más hábil, para enfrentar a un oponente
acostumbrado a moverse con inteligencia. ¿Pero quiénes constituirán esa nueva y
necesaria oposición?
En cuanto al partido arena o un equivalente que reviva sus símbolos y
héroes, es muy improbable, ya que este partido derechista, tiene una horrible
historia de escuadrones de la muerte, corrupción municipal y gubernamental; su
fundador está reconocido como el que planeó y dirigió el magnicidio de San
Oscar Arnulfo Romero. La Embajada norteamericana es pragmática, por lo que
acabarse al partido arena es un acto necesario, para que no sirva de piedra de
tropiezo en el proceso de la reconstrucción de la Nueva Derecha,
institucionalizada en Nuevas Ideas. Por eso no se extraña que instituciones
como la ANEP, han comenzado a dar muestras de apoyo al gobierno del presidente
Bukele, quien tiene todas las venias para destartalar la tambaleante unidad que
le queda al partido arena, cuyos dirigentes importantes, están claros que los
norteamericanos ya les dieron la espalda. En conclusión, arena ira perdiendo
fuerza, en cada evento electoral, igual como le pasó al Partido de Conciliación
Nacional PCN,
el cual fue el referente político derechista, desde la década de los
sesenta y perdió su protagonismo al surgir el partido arena en 1980, como la
nueva derecha de aquel tiempo. Hoy las cosas han cambiado y tenemos una
Derecha, moderada, moderna y con un líder carismático y aglutinador que ha
demostrado que sí es posible un cambio fundamental en el país.
¿Pero y la izquierda? El asunto de la izquierda si debe ser observado
desde otro ángulo, pues la izquierda es el oponente natural de las derechas en
el mundo. Y en la historia de El Salvador, no es la primera ocasión en que la
izquierda queda reducida a escombros. Hay eventos lamentables en los que la
vieja oligarquía utilizando al ejército, pulverizó a boca de fusil, los
movimientos izquierdistas. Si se hace un recuento la izquierda vivió momentos
de extinción casi total, debido a la persecución y proscripción de los
movimientos, y a pesar de todo lo que pudo haberse hecho siempre ha surgido.
Pero se debe también entender que esa nueva izquierda, tendrá como en el
pasado, un surgimiento tropezoso, en el que lentamente irá superando el falso
izquierdismo de la cúpula del fmln. La nueva izquierda debe tener un nuevo
referente político, moderno, tal como el partido MAS de Bolivia o el Frente
Amplio de Uruguay, y que sea dirigido por nuevos líderes, que hayan entendido el
juego del ajedrez político, que exigen los nuevos tiempos.
En cuanto al fmln, todos somos testigos que los ancianos ex comandantes,
no quieren o no han logrado entender, el verdadero escenario de su desgracia,
pues mientras la oligarquía se está mutando hacia el proyecto que les garantiza
la máxima estabilidad en sus asuntos de interés económico, los ex comandantes
siguen con el discurso cansino de los años ochenta y una evidente decadencia en
la manera de entender las condiciones en las que se encuentran enfrentados.
Nada los hace moverse de los despojos del poder que tuvieron, tampoco tienen
capacidad para comprender la necesidad urgente de refundar la izquierda,
proceso dentro del cual deben quedar al margen.
No hay duda que el descaro político que parecia perdurable, llegó al cansancio, hastío y por supuesto lo que no puede un pueblo: esperanza. Los políticos van y vienen, el pueblo permanece, por lo que debe comprometerse con la observación, reflexión, crítica constructiva, apoyar lo favorable al mismo y señalar lo que debe corregirse.
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