sábado, 21 de abril de 2018

El Cerro de las Pavas y sus íntimos secretos. Por Sergio Alfredo Flores.




El Cerro de las Pavas, es uno de los centros de peregrinación católico más importantes del país, cada año recibe a un buen número de devotos a la Virgen de Fátima y turistas de toda denominación. Desde sus cuatro puntos cardinales, se pueden observar lagos, ciudades, volcanes y hasta el manto sereno del océano pacifico. La diversidad de su flora es grandiosamente rica y su tímida fauna, puede ser apreciada ocasionalmente. Desde hace muchos años atrás, la calle del Cerro de las Pavas, es la pista de entrenamientos de atletas famosos a nivel nacional e internacional que pusieron en alto el nombre de nuestro Cojute; como es el caso de los hermanos Pellejas, los Cojutes, León Lara, etcétera. Hoy en día no es raro encontrar entrenando fuertemente, a las futuras promesas del atletismo local. Por la mañana y antes que salga el sol, un buen número de personas entre jóvenes y viejos, suben a su cima a correr o simplemente a caminar, para experimentar su aire balsámico, y romper medicinalmente las cadenas del stress y la rutina de la ciudad.
No hay un cojutepecano de corazón  que, no haya invitado a su novia a subir a la cima del cerro por el camino zigzag, por el que se debe caminar  lento y con prolongadas estaciones de retozo, en los  recodos del camino. Y podría asegurarse sin exagerar que, un buen número de cojutepecanos de las nuevas generaciones, fueron engendrados, subiendo dicho camino. El cerro de las Pavas ha sido confidente de emotivas declaraciones y dramáticas rupturas de amor. Sin dejar de mencionar que también ha sido mudo testigo, de tremendas escenas provocadas por el  descubrimiento de infieles, en pleno acto sexual, dentro de vehículos estacionados en algún tramo de su silenciosa calle.
En el Cerro de las Pavas existen lugares simbólicos, como lo son “El Palo Loco”, el cual es un árbol de Amate, cercano a la cruz calle de la cima, en donde se dice que, bajo su sombra y durante la época hippie de las décadas sesenta y setenta, se reunían los amigos a manufacturar puritos de marihuana, para ponerse a tono con el paisaje. Se encuentra también “El camino de los Gatos”; este es un camino formado por una angosta senda, que por su aguda inclinación se dice que solo los gatos pueden bajar por él, este camino es otro histórico sendero, por ser un confidente fiel, de las parejas sedientas de pasión, que terminan consumando el acto en algún recodo de su trayecto. Cuentan algunos viejos cojutepecanos que aun lado, del recorrido del Camino de los Gatos, había una planta de nopal, la cual era conocida como “Roberto”, ese nombre se lo ganó por la razón que, alguien había escrito sobre una de sus pencas el nombre “Roberto”, lo más probable que se hizo eso, cuando la planta aún estaba pequeña, y esta al crecer llego a medir cerca de cinco metros; cualquier buen observador que mirara, hacia arriba podía contemplar una  solitaria penca, que era la más alta de su copa, en la cual sin mucho esfuerzo se podía leer el misterioso nombre “Roberto”.
A pesar de ser un grandioso lugar, para pasarla bien, disfrutando de su bosque, por ahora no existen iniciativas municipales, para proteger su fauna y su flora. Lamentablemente sus sendas y caminos se han convertido en basureros al aire libre. No hay labores de prevención, para evitar desprendimientos de tierra en época de lluvia. Tampoco existe control con respecto a la carga de vehículos pesados (autobuses) que contamina y fragilizan su entorno en ciertos periodos del año, a pesar de que es considerada un área protegida.  
Un buen cojutepecano sabe, que subir al Cerro de las Pavas es una experiencia gratificante y la visita a su cima, se puede hacer solo o acompañado. El cerro es nuestro refugio, nuestro símbolo y sobre todo nuestro pulmón. Merece que lo cuidemos. No permitamos más deterioro.


5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Ahhh nuestro amado Cerro de Las Pavas, cuidemos por favor!
    No lo tengamos como basurero!
    Ahí corren muchos atletas y pocos atletas lo han limpiado, hay tantos recuerdos de amores y hasta chicharrones que les metí a los Comandos y Soldados del DM5!

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  3. Me imagine cada tramo del cerro jajaja, aunque nunca he visto a Roberto el arbol legendario. No soy originario de cojute, y en el pasado lo conoci como un area de peregrinacion rutinario, sin embargo este lugar guarda una atmosfera magica que va mas alla de ello. Cojute es un lugar hermoso.

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  4. Pienso que se puede hacer mucho más respecto al cuido de nuestro Cerro hay muchas iniciativas o aún gestiones que se pueden hacer con cooperantes con el JICA de Japón ya que ellos aportan mucho para áreas protegidas, lo que también pasa por educar a nuestra gente y cambiar las políticas y ordenanzas locales para el cuido y respeto al entorno ambiental de la zona.

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  5. Es lamentable que desde la decada de los 70 hacia aca, han proliferado viviendas y muy bien construidas y caras, de familias pudientes con pasados o nexos en las alcaldias de turno.

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